domingo, 4 de diciembre de 2011

BREVE MUESTRA DE LOS ROMANCES DE LOS SIGLOS XV-XVI

(breve resumen de un trabajo más extenso)


Temática religiosa

Los romances de temática religiosa no son los más habituales en la tradición y tampoco son los más llamativos para la mayoría de los que estudias la tradición oral, haciendo que haya menos variedad en la actualidad. Pero aún así cuentan con un buen registro.
El relato de un romance religioso se inventa o se basa en otro, esto forma parte de las adaptaciones literarias características del siglo XVI.

LA INFANTINA (Valladolid)

“Cuando Jesús iba a caza / a caza como él solía,
se ha encontrado con un hombre / triste de melancolía.
Le pregunta que si hay Dios / y dice que Dios no había.
-Hombre, que estás engañado, / que hay Dios y Santa María;
la muerte por ti vendrá / mañana o esotro día.
-Yo no le temo a la muerte / ni tampoco al que la envía.
A esotro día temprano / la muerte por él venía.
-Quítate, muerte espantosa, / déjame siquiera un día
pa confesar, comulgar / y cumplir esta alma mía.
-No te puedo dejar nada, / que el rey del cielo me envía”.

Tradición sefardi

Si hay algo que me guste de los romances sefardís es la conservación del lenguaje, de palabras ya en desuso y de su antigua pronunciación. Bien es verdad que pueden estar contaminados por el idioma del país donde se han recogido, pero aún así se puede apreciar perfectamente como pudo sonar el castellano antiguo conservado por estas gentes de generación en generación desde hace cinco siglos.

Se puede ver también como las temáticas que tratan estos romances son exactamente iguales a las temáticas que se conservan en la península ibérica ya que no dejan de tener la misma raíz que se vio truncada por hechos políticos que hicieron que toda esa tradición y cultura popular que se fue de España se mantuviera como congelada en el tiempo pudiendo llegar hoy a nosotros tal cuál.

 DON BUENO Y SU HERMANA (Tetuán, Marruecos)

Lunes era lunes de pascua florida
Guerrean los moros en campos de olivas (bis)
Donde hay buena gente la llevan cautiva (bis)
Entre ellos llevaban a la blanca niña
A la reina mora se la presentarían
Tome reina mora y a esta cautivita
Que en todo el reino no la hay tan bonita
Tomad la seora a esta cautivada
Que en todo su reino no la hay tan galana
No la quiero no y a la cautivita
Si en todo mi reino no la hay tan binita
No la quiero no a la cautivada
Que el rey es pequeño me la enamorara
Manda pan señora con el pan al horno
Allí dejaría hermosura y rostro
Ya se va la niña con el pan al horno
Mas se la encendia color en su rostro
Mandad la señora a lavar al rio
Allí dejaría hermosura y brillo
Ya se va la niña a lavar al rio
Mientras mas lavaba mientras mas tendía
Color en su cara mas se la encendia
El hijo del rey por elli pasaba
Ay que lindos pies en el agua fría
Ay que lindos pies en el agua clara.

Temática profana

Esta clase de romances es la más habitual en la tradición oral.
Hasta no hace tanto tiempo esta clase de romances han seguido manteniendo esta función pudiendo escuchar así en cualquier pueblecito de Castilla a una señora recitando de memoria las hazañas de algún noble por los amoríos de una dama, hechos que bien sean ciertos o no ocurrieron hace como mínimo cuatro siglos.
Resulta chocante aún así que esos textos hallan traspasado fronteras e historia y que en pleno siglo XXI todavía se puedan oír tal y como se recitaban en pleno siglo XVI o XVII.


EL REY MORO 

Como en la gran mayoría de romances que más extendidos están, se han visto variados tomado varias versiones debido a esa magia de la transmisión oral.

Un rey moro tenía un hijo  
más hermoso que la plata, 
y a la edad de quince años  
se enamoró de su hermana.
Viendo que no podía ser,  
cayó malito en la cama. 
Su madre que subió a verle:  
-¡Hijo mío! ¿qué te pasa? 
-Tengo dolor de cabeza 
y una calentura mala. 
-Te mataremos un ave 
 y una palomita blanca.
-Yo no quiero ningún ave 
 y una palomita blanca, 
que quiero una taza caldo, 
 que me la suba mi hermana, 
y que suba ella solita, 
 que no suba acompañada, 
que si acompañada sube,
 soy capaz de fusilarla. 
como era tiempo verano...



Romances de Autor

La edad moderna se caracteriza por la aparición de un fenómeno cultural muy importante como fue el Renacimiento, la vuelta al os clásicos.
Se empieza a valorar la cultura y ello conlleva a que diferentes autores y poetas se fijen en esas composiciones anónimas que cuentas cosas interesantes.
Comienzan así a recopilar en cancioneros todos los romances que se oían y que corrían por la sociedad del momento, también por primera vez se realizan creaciones nuevas con la característica de que ya aparecen firmados evitando así estas nuevas creaciones su anonimato.

EN LA CIUDAD DE TOLEDO: Francisco Salinas. SXVI

En la ciudad de Toledo
Donde los hidalgos son
Allí armara el rey las Cortes
Que antes tuviera en León
Para cumplir de justicia
Al cid y a los de Carrión
Treinta días de plazo
Treinta días, que más no,
Y el que llegase más tarde
Que lo diesen por traidor.
Los treinta ya van pasados
Y el buen Cid no viene, no
Hablaron allí los condes:
- Buen rey, dadlo por traidor.
Respondiérales el rey:
- Eso no lo haría yo
Que el buen Cid es caballero
De batallas vencedor
Y que en todas las mis cortes
No la había otro mejor.



COMENTARIO 


Más que un trabajo lo que he pretendido hacer es una reflexión sobre lo importante que es el salvaguardar nuestro patrimonio oral, algo que ha conseguido llegar hasta nosotros y que ahora está en nuestras manos el seguir manteniéndolo y evitar así su triste olvido.

Espero haber logrado transmitir lo que pretendia y hacer mover conciencias a quienes la tengan dormida, porque quizás cuando despierten sea ya demasiado tarde.


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